Si estas pensando en gestionar las fuentes de información en un centro tecnológico de forma eficaz, seguro te has preguntado más de una vez cuál es la mejor solución para hacerlo.
Son muchas las novedades que aparecen cada día y por lo general cada uno de tus compañeros tecnólogos, tendrán establecidos sus sistemas de alertas para recibir la información en su buzón de correo sobre los temas a los que dedica su investigación.
Eso está muy bien.
Sin embargo, esta forma de hacer las cosas implica que cada persona debe crear sus alertas para cada fuente de información de forma específica. Eso no es un problema, si la cantidad de búsquedas y el número de fuentes no es muy elevado pero… ¿Qué ocurre si esto no es así?
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¡La pesadilla del día de la marmota!
Lo habitual en un centro tecnológico es que los investigadores estén continuamente recabando información, haciendo pruebas y ejecutando proyectos de muy diversa índole.
De esta forma si un investigador está interesado en un tema concreto y dispone de 250 fuentes de información deberá programar la búsqueda 250 veces.
Y esto lo tendrá que hacer para cada término de su investigación.
Por experiencia, sé que un tema sobre el que estas investigando suele tener como mínimo unos 10 términos asociados.
Vamos que a bote pronto, como dicen en mi tierra, para un tema concreto de investigación un usuario deberá programar 2.500 alertas ¡una a una!
En fin, ¡acabas de toparte de lleno con tu día de la marmota!
Y eso, lo pueden estar configurando personal altamente cualificado: ingenieros, doctorandos o Phd.
Por supuesto se lo puedes delegar al becario de turno. Pero a casi ningún investigador le gusta delegar este tipo de trabajo. Lo digo por experiencia. Puesto que las alertas según como estén configuradas pueden dar muchos falsos positivos y es necesario personalizarlas.
Cómo puedo gestionar las fuentes de información en un centro tecnológico
Imagina que en vez de hacer esto, cada investigador sólo tuviera que crear una alerta por término de búsqueda cada vez que debe hacer una investigación.
Una alerta para todas las fuentes.
Eso es lo que permite realizar un sistema de vigilancia tecnológica.
Al integrar todas tus fuentes bajo un mismo sistema, cualquier usuario del sistema es capaz de crear sus alertas y consultas de información de una forma centralizada sin preocuparse de rescatar la información fuente por fuente.
Así lo único que debe hacer un investigador es configurar de media diez alertas por proyecto. Con la posibilidad de personalizarlas al máximo y olvidarse del tema para siempre.
Esto querido amigo es una ventaja para gestionar las fuentes de información en tu centro tecnológico.
Por qué gestionar las fuentes de información en un centro tecnológico
Por lo general servicios como IEEE, o ELSEIVER, tienen integrados sistemas para gestionar alertas de sus publicaciones.
Sin embargo, la desventaja de estos es clara puesto que están limitados al alcance de sus revistas.
Puede ocurrirte, y de hecho es muy posible, que tengas que gestionar estas alertas para cada publicación o servicio.
Un sistema de inteligencia competitiva evita este problema.
Además estos sistemas son capaces de integrar fuentes de información abiertas. Con las ventajas que eso supone.
Lo cierto es que no creo haber descubierto ningún secreto a nadie que siga este blog.
Este es un tema que hemos abordado largo y tendido en diferentes artículos:
- Antes de crear tu sistema de vigilancia tecnológica
- Cómo elegir una herramienta de vigilancia tecnológica
- Qué es Intelligent Watcher
Y otros muchos más.
Aun así no está de más recordarlo para aquellos que no estáis familiarizados con este tipo de soluciones.
La función de un investigador no es pasarse el día configurando alertas sino revisando información y haciendo pruebas.
Gestionar las fuentes de información de forma correcta debe ser prioritario para cualquier centro de investigación.
Y aunque los centros tecnológicos de mayor presupuesto o dimensión tienen esto bien solucionado, no dejo de sorprenderme cuando algún empleado o directivo de otros centros más modestos me confiesan que no disponen de un sistema para gestionar las fuentes de información de una forma automatizada y centralizada.
Hace 5 años, la excusa del coste y falta de presupuesto podía ser valida, pero ahora mismo ya no.
Invertir en un sistema de este tipo es aumentar directamente la capacidad productiva de esos empleados con mayor potencial y talento, al facilitarles su trabajo de una forma sencilla.
Photo credit: National Eye Institute via Foter.com / CC BY