Todos los que trabajamos como documentalistas, gestores del conocimiento, empresas de vigilancia tecnológica, inteligencia competitiva, bibliotecarios o servicios de investigación documental en Internet, sabemos de la importancia de la figura del curador de contenidos.
Para aquellos que no tengan claro que es un curador de contenidos, decidles que es aquella persona cuya función principal en una organización es buscar, leer y seleccionar los contenidos más relevantes para la empresa para después difundirlos dentro o fuera de la organización a las personas adecuadas.
El curador de contenidos por lo tanto, filtra la información y la pone a la disposición de las personas adecuadas en la organización, ahorrando de esta forma tiempo y dinero.
EL AUGE DEL DOCUMENTALISTA O RENOMBRADO CURADOR DE CONTENIDOS
En los últimos años la popularidad de esta figura rebautizada como curador de contenidos, esta aumentando considerablemente.
Se empieza a hablar incluso de una nueva profesión para el futuro. Esto realmente es una buena noticia, ya que finalmente las empresas y organizaciones empiezan a ser conscientes de la importancia que tiene recoger, buscar, clasificar, distribuir y guardar en un repositorio la mejor información.
Sin embargo la figura del curador de contenidos no es nueva y es que los documentalistas llevan existiendo y reclamando su papel ¿cuanto?. Años, muchos años. ¿Entonces por que es ahora cuando nos damos cuenta de la importancia de su tarea?
Pues básicamente por un motivo, un solo motivo que a la postre se antoja definitivo, el problema de la paradoja de la información o el problema de la infoxicación. Nunca la información ha sido tan fácil de tener y a la vez tan difícil de asimilar. Según expertos como Rohit Bhargava, las redes sociales harán que en un futuro próximo cada 72 hrs se dupliquen los contenidos disponibles en Internet. Este futuro, ya ha llegado e incluso la información y los datos se duplican cada menos tiempo.
Podéis imaginaros como esta avalancha de informaciones y nuevos contenidos hace que el problema se agudice y como las organizaciones son cada vez más conscientes del problema del exceso de información y de la necesidad de gestionar este problema con eficiencia.
Y es que la información tanto la interna como la externa se ha convertido en un elemento que facilita la competitividad, la creatividad y la innovación de la empresa.
Por lo tanto aquella empresa que gestione con eficiencia la información, siendo capaz de trasformarla en conocimiento interno dispondrá de una ventaja determinante frente al resto. De aquí la importancia de la gestion del conocimiento y de la incorporación de las herramientas y personas, como el curador de contenidos, que sepan solucionar este complejo problema.
La solución del exceso de información pasa por una persona: el curador de contenidos
Y es que a pesar de que las herramientas para gestionar la información de Internet, como los sistemas de vigilancia e inteligencia competitiva, han mejorado y evolucionado muchísimo, aun no han sido capaces de superar el cerebro humano.
De hecho podemos contabilizar hasta 7 limitaciones a estos sistemas para curar contenidos que hacen necesario el uso de las personas:
- Las máquinas todavía no entienden el contexto ni significado de las palabras
- La web es orgánica, las fuentes de información cambian, desaparecen o se crean otras nuevas
- Las palabras claves no son mágicas. Siempre se genera ruido e imprecisiones que las maquinas no distinguen
- Necesitamos hacer hablar a los datos y las maquinas todavía no pueden sin la asistencia de una persona
- No toda la información esta en Internet
- Hay que ser muy precisos con la programación
- Los sistemas necesitan de un periodo de adaptación
Dicho esto la mejor manera que existe para hacer frente a este Tsunami de información es una combinación de herramientas y personas a través de la figura del curador de contenidos.
Y es que de momento no hay máquinas que permitan sustituir la labor de las personas en la selección y valoración de contenidos. Es decir, la gran dificultad para hacer todo el trabajo en automático radica en la imposibilidad de filtrar con garantías toda la información solo con las máquinas.
Aunque en la actualidad existen sistemas que permiten crear y construir filtros precisos con un 85% de acierto, es y será necesario que alguien supervise la labor dando las instrucciones y haciendo los cambios pertinentes para que las máquinas trabajen con todo su potencial.
De hecho estamos viendo como organizaciones más avanzadas empiezan a incorporar perfiles profesionales como el «científico de datos» y «curador de contenidos» para sacar provecho de la información y de los datos del entorno.
Esto puede servir para mostrar el camino para otras organizaciones de menor tamaño pero donde la información y su tratamiento juegan un papel indispensable para garantizar su competitividad a través de un proceso de gestión del conocimiento interno y externo que les permita desarrollar un sistema del que obtener claras ventajas competitivas.
De momento, el presente de la información, esta claramente marcado por el exceso y una escasa capacidad para asimilar esta. Tal vez en el futuro con la llegada de la web semántica o inteligente esto sea superado, pero no creo que esto sea una realidad hasta después del 2020. Y aun así en este caso, esta por ver la necesidad o no de contar con un curador de contenidos.
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