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Papeles de Inteligencia Competitiva

Ventajas de un sistema de vigilancia estratégica, artículo 1

La semana pasada enumeramos en este artículo varias ventajas de disponer de un sistema de vigilancia estratégica. Hoy vamos a desarrollar el primer punto o idea de ese artículo. La existencia de un sistema de vigilancia estratégica aplicado al entorno permite a la organización recibir la información que necesita, solo la que aporta valor, la que en definitiva afecta a directamente a la competitividad.

Solo recibiremos la información necesaria!

Sobreinformación, papel pijama, ruido…. se puede llamar de muchas formas, pero todas significan una misma cosa: perder tiempo y dinero. Puede parecer paradójico que en la era de la información la empresa siga sin recibir información sobre lo que realmente le importa y pierda el tiempo, los nervios y el dinero en leer noticias inútiles, informes inadecuados y estudios innecesarios.

Sería muy tentador echar balones fuera y decir que la culpa es de la internet, de los medios, de… pero no, la culpa es la organización, de la empresa, porque realmente no se para a pensar quién es y qué es lo que le importa. Recordemos que lo que a un empresa le importa es aquello que le ayuda a vender, aquello que le hace más competitivo. Sirva un ejemplo.

Existen empresas que reciben a diario decenas de boletines oficiales autonómicos y provinciales con todos los concursos públicos (al menos ahora los reciben en formato electrónico y no en papel) que al final no son leídos en su totalidad o son leídos muy por encima, porque sobrepasa la capacidad de la empresa (resulta que hay que trabajar y producir además de leer los correos, ¿no?).

Si estas empresas se plantearan simplemente a qué provincias pueden acudir con sus medios, seguramente reducirían un 90% el número de boletines que reciben, incluso muchas de ellas se darían cuenta de que igual no les interesa acudir a los concursos y se darían de baja en los boletines. Esa media hora diaria, es decir unas 100 horas anuales podrían ser empleadas en tareas productivas.

Este es un ejemplo muy habitual entre nuestras pymes. Por ello, antes que suscribirse a revistas, boletines, etc. La organización debe preguntarse:
– ¿Quiénes son mis competidores reales?
– ¿Qué legislación es la que me afecta en mi competitividad?
– ¿Qué movimientos de mercado me interesan de verdad?
– ¿Qué tendencias de mercado me pueden hacer más o menos competitivo?
– …
Porque para que la información nos de un valor inteligente, es decir, nos permita ser más competitivo, la organización debe hacer una reflexión estratégica previa. Pararse y pensar. Esto es el primer paso para hacer inteligencia competitiva. ¿Que opinais? ¿Donde creéis que estáis perdiendo más tiempo en la búsqueda de información?