La innovación se ha puesto de moda. Junto con emprender, son dos de los conceptos que más oímos últimamente en escuelas de negocio y eventos relacionado con gestión en empresas.
Esto no siempre ha sido asi. De hecho cinco años atrás, «la moda», buscaba lograr que los índices de de cada país saltaran las barreras y las medias en “GASTO” (nunca en EFICIENCIA), en una competición absurda por ver quien era el más guapo en esto de la I+D. Sinónimo de progreso y economía avanzada.
Esto trajo un descomunal fracaso en todas las regiones Europeas.
Como casi siempre que unos pocos se dedican a jugar con el dinero ajeno, el gasto en I+D, nunca se tradujo en inversiones capaces de generar riqueza.
Las Agencias Gubernamentales y administraciones crearon subvenciones y ayudas, tirando de los impuestos de todos los ciudadanos…para finalmente llegar a la conclusión de que quizá deberíamos empezar por la “i” de la innovación.
La “i” pequeña del I+D+i, que por desnutrida, ha resucitado como consecuencia del fracaso de la moda anterior de “subsidiar desmesuradamente” la inversión en I+D, ahora es la estrella. Mucho más al alcance de nuestras posibilidades financieras PAÍS- EMPRESA.
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Pasando de la I+D a la «i» pequeñita: la innovación
Pero, como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, lo que hemos empezado a ver sigue la misma senda, pero naturalmente, dada la situación de las Administraciones, mucho “bla bla bla” y poco Money.
Probablemente, esta nueva situación sea la que nos ayude a orientarnos en la dirección correcta y olvidándonos de los ingresos provenientes de la ayudas del Gobierno de turno, busquemos ingresos directamente del mercado.
Y por lo tanto más sanos, menos caprichosos y duraderos, pero evidentemente más exigentes.
Y es en este punto, en el que desprovistos de toda artificialidad y en competencia abierta, donde no tenemos más remedio que buscarnos los garbanzos lejos de las artimañas de aquella consultora experta en la gestión de “ayudas de I+D”, o aquel otro “conseguidor”, o “amiguete”.
Hoy, en este momento solo nos queda salir a pecho descubierto al mercado, a ofrecer servicios de valor añadido en competencia con otros actores en libre mercado. Vamos innovar, pero innovar de verdad.
Que duro y que difícil es esto de la innovación ¿verdad?
Dicho esto siempre queda la pregunta de por donde empezar. Y es que lo de la innovación es similar a la frase de Ben Gurión, fundador del estado de israel: «Demasiada historia para tan poco espacio».
Por estas razones y para tratar de animaros, me he permitido acercar dos aciertos en innovación de los 10 más destacados, buceando en el ranking de las empresas más innovadoras del mundo publicado por Fast Company, donde no aparecen ni Facebook ni Twitter, que se han ocupado en hacer caja, para crear consolidar sus respectivos proyectos y prepararse para este 2013 donde van a afrontar retos tremendos que todos disfrutaremos.
Este año la sorpresa la ha dado Nike al ser capaz de sacar dos innovaciones con éxito en 2012 y se ha quedado tan ancha:
- FuelBand, una pulsera electrónica que mediante unos sensores electrónicos es capaz de medir los movimientos de una persona a lo largo del día con lo que se convierte en una sistema de medición de todo tipo de parámetros bio.
- Flyknit Racer, son unos zapatos del peso de una calcetín. La base de esta innovación estuvo en la observación directa de al descubrir que los atletas de Stanford se habían entrenado descalzos en el campo de golf de la universidad.
Cambiando la industria de la sanidad a través de las telecomunicaciones
Otro proyecto, que me ha fascinado y que tiene que ver con lo “DIGITAL” mas cerca de nuestro campo de acción es Safaricom. Esta empresa de telecomunicaciones establecida en Kenia, donde las personas viven con un euro al día y la sanidad no esta a su alcance, Safaricom, ha puesto un servicio telefónico Medico Paciente que les permite resolver el 80% de sus problemas sin desplazamientos y sin gastos adicionales.
Un revolución en la sanidad de la mano de alguien que nada tiene que ver con este mercado. Una autentica disrupción lateral en el sector “de la sanidad” desde el sector de las “telecomunicaciones”. ¿Estarán preparando “nuevos ecosistemas” para cautivar clientes a los que ofrecer sus servicios de pago mediante otros gratuitos pero soportados solo en sus redes de comunicación?
Innovaciones Disruptiva Laterales, una oportunidad para unos pocos pero una gran amenaza para muchos.
Todos los días tenemos ejemplos de Innovaciones Disruptivas Laterales (IDL).
Pregunta: ¿Nuestros sistemas tradiciones de información de mercado, tecnología, legislación, basados en abogados, clientes, proveedores, tecnólogos, ferias, revistas, etc, nos alertan a tiempo? O mejor, ¿nos alertan a secas? O ¿nos enteramos cuando son productos o servicios “ya en mercado” y creciendo a ritmos de 2 y 3 dígitos?
Innovaciones como las de safaricom son hechos que se producen cada vez con más frecuencia. La única forma real para defendernos es innovar y hacerlo de la forma mas rápida y eficiente posible. Casi nada.
En fin, volviendo al tema, Fast Company publica una guía anual donde analiza el estado de la innovación en la economía, con los negocios cuyas innovaciones están teniendo el mayor impacto a través de sus industrias y su cultura en su conjunto.
Ahora bien y lo mas importante, ¿Qué tienen de común las empresas innovadoras que aparecen en este ranking cada año?
Características comunes de las empresas que aman la innovación
Hoy y dado los ejemplos que hemos podido ver en Fast Company, quiero destacar estos puntos como claves para desarrollar proyectos de Innovación de éxito:
- Objetivos muy claros y extendidos con acierto en equipos absolutamente comprometidos con el cambio.
- Capacidad de escucha del cliente interno y sobre todo al externo, de donde viene fundamentalmente el dinero
- Comunicación abierta, derivada de una organización plana que “trabaja por proyectos”, donde uno es jefe de un proyecto y ayudante de otros.
- Incentivadora del cambio, y por lo tanto “consentidora” con el fracaso, pero exigiendo al menos aprendizaje, cuando no hay resultados.
- Planes siempre orientados con la estrategia. Todos trabajando en la misma dirección no en “mi dirección”
- Y fundamentalmente, decisiones tomadas según criterios basados en Sistemas de Vigilancia del Entorno, cuando no de Anticipación mediante técnicas de Inteligencia Competitiva.
Estamos en tiempos de cambio. ¿Los sabemos aprovechar o vamos a seguir hablando de la “crisis”?