Gestión de la innovación

Se habla mucho de innovación. Tal vez demasiado. No en vano es una gran herramienta por la cual las empresas, organizaciones, emprendedores, empresarios y trabajadores, pueden sobrevivir y de paso mejorar los bienes y servicios que ofrecen a sus clientes, al aumentar el valor entregado.

Y de eso va la innovación y la gestión de la innovación de aumentar el valor a tus clientes y a tu organización.

Sin embargo se innova poco y apenas hay gestión de la innovación en las organizaciones.

Creo que es por esto último por lo que apenas existen organizaciones, gestores, trabajadores y empresas innovadoras. Y es que la gestión innovación es para muchos una quimera.

Gestionando algo tan abstracto como las ideas

Resulta que todos los expertos están de acuerdo en que no se puede gestionar aquello que no se puede medir. La gestión de la innovación supone gestionar ideas, experiencias y realidades. Pero todo esto es muy abstracto. ¿De dónde sacamos las mediciones? ¿Hay que recoger todas las ideas de la organización? Y compararlas ¿con que? ¿Cuáles son las medidas que hay que tener en cuenta para la gestión de la innovación?

Indicadores para la gestión de la innovación

Aquí es donde empezamos a patinar. Y es que casi todas las medidas relacionadas con la gestión de la innovación se centran exclusivamente en los nuevos productos/servicios y en los recursos empleados

Medidas de recursos económicos empleados:

Medidas de recursos del conocimiento:

Medidas de resultados obtenidos:

La mayoría de estas medidas o indicadores están orientadas al producto o al servicio. Es como si tuviéramos un sesgo y entendiéramos solo la innovación como producir algo nuevo, lo cual condiciona y mucho como entendemos todo lo relacionado con la innovación. De esta forma gestionamos la innovación totalmente orientados al desarrollo de nuevos productos sin incidir en otros aspectos mas relevantes.

El problema de la fiebre innovadora:

Nuestra obsesión por medir nos lleva a lo fácil, a lo que conocemos. De tal forma que actuamos con un gran sesgo y orientamos la actividad innovadora y la gestión de la innovación,  hacia aquello que sabemos que vamos a poder medir y por lo tanto gestionar, el producto o servicio.

Sin embargo está demostrado que en lo respecta a la innovación no es precisamente el producto lo más importante sino los modelos de negocio. Y es que en un estudio de 2006, se desvelo que donde mayor rentabilidad se generaba en relación a la innovación, es precisamente en la forma de conceptualizar el modelo de negocio.

Cerca del 70% de la rentabilidad de todo la inversión en innovación se genera en modelos de negocio innovadores, acumulando solo 2% de todo lo invertido. Curioso ¿verdad?

La innovación abierta, colaborativa y otras formas de innovación.

Esto explica, el porque de la importancia de la innovación abierta. Un formato en el que se busca que la innovación nazca, cruzando la experiencia de los distintos agentes de una industria. ¿Por que? porque es precisamente esta forma de entender la innovación, la manera mas eficaz de generar nuevos modelos de negocio rentables.

Son conceptos como la co-creación los que ademas están ayudando a afianzar esta forma de gestión de la innovación. En esta entrada puedes consultar más sobre este tema: innovación colaborativa

Factores clave para impulsar la innovación empresarial y la gestión de la innovación

Entonces, ¿como podemos apostar por una estrategia que de verdad impulse la innovación empresarial y nos permita gestionar la innovación? Creo que lo primero debería ser decir que enfoque queremos darle a nuestra empresa y por lo tanto preguntarnos que tipo de innovación queremos. Una vez decidido esto, deberíamos plantearnos desarrollar una cultura innovadora dentro de la organización y como no tendríamos que desarrollar una infraestructura de apoyo a todo esto a través de la información para tener orientación y gestión de la innovación real.

Qué tipo de innovación queremos llevar a cabo

Podemos centrar nuestros esfuerzos, simplificando mucho, en cuatro áreas dentro de la organización.

El tipo de innovación más popular hasta la fecha ha sido la innovación en la oferta, pero también es el que menos éxito obtiene en términos relativos. Sin entrar en detalles, se podría concluir que desarrollar un nuevo producto es la manera mas costosa y difícil de innovar. Y no me extraña crear un producto de la nada es algo realmente complicado, sin embargo mejorar un proceso, cambiar la distribución o imaginar un nuevo modelo de negocio para un producto que ya existe es mas sencillo.

Dejadme explicarme a través de un ejemplo. Piensa en el ipad y piensa en la venta de pan en una maquina expendedora. El primer producto no existía mientras el segundo sí. Crear algo de nada siempre tiene mayor probabilidad de fracaso y sin embargo solemos insistir por ese camino.

Desarrollo de una cultura innovadora

Hay que crear un ambiente propicio, donde se cree un sistema que incentive la generación de ideas, la creatividad y el desarrollo de las capacidades de comunicación entre los miembros de la organización. Esto es lo más difícil de conseguir dado las relaciones políticas y de poder que se establecen en todas las organizaciones.

Romper con esas políticas u acuerdos tácitos solo se logra dando seguridad y reconocimiento a las personas que colaboran en esta labor de aportación de ideas. Pero aquí dependemos de factores muy emocionales. El buen directivo o empresario sabe como gestionar esas emociones.

Sin información, experiencia e imaginación no puede haber nuevas ideas para impulsar la innovación.

Aumenta tu capacidad para la gestión de la innovación a través de la información. De esta manera facilitarás la innovación  y la gestión de la innovación. Hacer esto, supone alimentar necesariamente la base de las ideas. Ideas buenas o malas que después deberán ser siempre evaluadas.

Para ello es imprescindible contar con información del entorno. Busca la inspiración en los demás, observa e investiga que hay en el mercado. Copia copia y copia todo lo que veas que tenga sentido. Pero hazlo de manera eficiente y sistematica. Apoyate en sistemas de vigilancia e inteligencia competitiva. Te facilitarán enormemente esta labor.

Emplea técnicas de benchmarking, conoce que ocurre fuera e intégralo con tu experiencia.

Recapitulando

La innovación es un recurso más que hay gestionar y potenciar en las organizaciones. Lo primero será decidir cómo y dónde queremos innovar, en qué fase de la cadena de valor: procesos, modelos de negocio, oferta o distribución

También la forma en que queremos llevar a cabo nuestro proceso de innovación: abierto, cerrado semicolaborativo etc…

La gestión de la innovación es compleja de llevar a cabo. La rentabilidad debe ser su principal medio de medida pero no el único  mide la capacidad de aportar ideas y de llevarlas a cabo. Recuerda que para  facilitar la innovación rentable siempre hay partir de la información recogida de tu entorno competitivo.

El triangulo experiencia, conocimiento y nueva información es la que genera nuevo conocimiento y en última instancia ideas que alimentan todo el proceso de innovación. Para introducirte en estos temas puedes leer los siguientes artículos publicados en este blog:

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