Seguimos con el sector de la cosmética y es que este empieza a colarse en nuestras neveras. El sector cosmético es uno de los más competitivos del mundo y eso se refleja en los nuevos productos del mercado. Los nuevos lanzamientos es el orden del día así como el descubrimiento de ingredientes con propiedades asombrosas que, aseguran, mejorar nuestro aspecto y nuestro bienestar general.
Dairy face, una empresa de cosmética natural, ha desarrollado su último producto con un formato y cualidades particulares. Se trata de un producto lácteo cosmético hecho a base de probióticos y prebióticos derivados de la leche. De esta forma se continua la tradición de seguir incluyendo en el ámbito de la estética las virtudes de algunos alimentos como las tradicionales mascarillas de pepino entre otros.
Su apuesta se ha centrado en el envase donde se ha seguido una línea natural. Por ello, se ha introducido en un envase que se asemeja al del queso fresco y que debe ser refrigerado. Observamos varios aspectos que son determinantes actualmente en el sector. La primera sería una fusión de distintos sectores como son la cosmética y la alimentación. Esta unión deriva de la demanda de productos sanos y naturales que hoy en día reclama el consumido. Es lo que se denomina hibridación de sectores una forma de innovar a partir de la introducción de elementos existentes en otras áreas o sectores en industrias donde antes no estaban presentes.
De un modo inteligente, la empresa Dairy face ha sabido dar un giro novedoso a esta idea presentando un producto natural en un envase similar al empleado en el sector lácteo y que, además debe ser conservado en el frigorífico junto con los alimentos frescos de cada vivienda.
Cabe mencionar que esta innovación guarda un potencial equívoco. Así que la próxima vez que realices una incursión a la nevera para comerte un yogur o un poco de queso revisa bien la etiqueta; o de lo contrario puede que experimentes un sabor claramente extraño. Son las consecuencias y riesgos de ser innovadores!