Según leemos en esta noticia de Packaging news, la empresa GreenBottle ha desarrollado la que parece ser primea botella de vino hecha con papel. Se trata de una botella que combina el papel con una ligera aportación de plástico para mantener el frescor.
El valor diferenciador en el mercado es su respeto al medioambiente, que es una tendencia que marca en la actualidad muchos éxitos de venta.
Esta botella aporta una innovación acorde a las necesidades modernas de respeto al medioambiente. Si se observa la página web Green Bottle, ya han desarrollado un envase de papel para leche.
Es pronto para determinar el éxito o no de esta botella de vino. El sector vinatero es en ocasiones reacio al cambio y las nuevas posibilidades como la lata de aluminio son lentas en su éxito en el mercado. Si bien es cierto que ya no todo es botella de cristal y el tetra brick está muy implantado en algunos nichos de mercado.
Por tanto, si se estudia el mercado del vino, se observa como la aceptación de una innovación radical en el envase depende del cliente final en cuanto a su nivel económico y cultural, su gusto por el vino, y también depende del país. Así, países con menor tradición de producir el vino aceptan mejor los cambios, los países nórdicos por ejemplo.
Más allá de lo comentado en el anterior párrafo una cosa queda clara. La tendencia general de respeto al medioambiente que se había reflejado en el mercado del vino con nuevos productos como vinos orgánicos o en polémicas entre el tapón de corcho o de otros materiales, se traslada ahora al material de la botella, y aparecen botellas nuevas, en este caso de papel. Todo esto además entra en juego con la famosa huella de carbono, cuyo impacto deben empezar a reflejarse en los envases de de determinados productos. Esta claro r que una botella de papel tiene menos peso que una botella de vidrio y por lo tanto una huella de carbono menor en términos de transporte…por lo que una vez más no esta claro que sea el producto lo más importante sino como lo vendes.
Ahora toca esperar y ver si el vino en estas nuevas botellas puede ser de calidad y si el consumidor está dispuesto a sacrificar la tradición del cristal por nuevos materiales.