Existen diversos modelos de inteligencia competitiva entre los que optar para implantar en una organización. En este campo podemos hablar de varios modelos de inteligencia competitiva que se adoptan mejor o peor a una empresa en función de su estructura. De estos tenemos:
- Modelos de inteligencia competitiva evolutivos (basados en el ooda loop),
- Modelos de inteligencia competitiva concéntricos,
- Modelos de inteligencia competitiva lineales o de cadena de valor,
- Y por supuesto los modelos de inteligencia competitiva mixtos…
En cualquier caso son modelos teóricos que en muchas ocasiones resultan muy difíciles de materializar en la empresa y en el día a día.
Así que en este artículo, vamos a pensar desde diferente punto de vista y en vez de mirar desde arriba, desde fuera, cómo es la empresa, nos lo vamos a preguntar desde dentro, desde el punto de vista de quien va a usar la inteligencia competitiva, para describir los diferentes modelos de inteligencia competitiva a los que podemos optar.
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Estableciendo los modelos de inteligencia competitiva desde el usuario:
Para esto necesito responder a varias preguntas:
¿Quiénes van a utilizar la inteligencia competitiva en mi empresa?
Esta pregunta tiene algo de trampa, porque en la empresa la inteligencia competitiva puede ser utilizada por muchas personas.
- Los directivos que toman las decisiones tras leer los resultados y que a su vez deciden qué hace falta saber.
- Los técnicos y analistas que recogen, analizan y distribuyen la información.
Claro que en ocasiones, y según el tamaño de la empresa esto se complica o se simplifica.
En una empresa muy pequeña, o incluso un autónomo, posiblemente sea la misma persona quien haga todo.
En una gran empresa u organización aparecen los mandos intermedios, que en muchas ocasiones son quienes saben y marcan las necesidades. A su vez en estas empresas puede haber técnicos y analistas en los diferentes departamentos.
Por tanto vemos que los usuarios están más centralizados o descentralizados en función del tamaño de la empresa.
Lógicamente esta centralización o descentralización va a condicionar los resultados y la utilización de recursos físicos.
Vayamos con la utilización de recursos.
¿Qué recursos físicos va a utilizar la empresa?
Estamos hablando de software y herramientas ofimáticas con las funciones básicas de localizar la información, recogerla, analizarla, distribuirla y almacenarla.
Aquí hay varios aspectos determinantes:
- Aspectos técnicos. ¿Pueden varios usuarios diferentes utilizar el mismo programa o recurso?
- Aspectos económicos. ¿Puedo pagar la adquisición de estos recursos? Este aspecto es más relevante de lo que parece, dado que puede impedir la utilización de recursos comunes si hace falta una licencia por usuario y no tengo capacidad de adquisición.
Por tanto de aquí surge la posibilidad de que varias personas de diferentes departamentos compartan un mismo software para una misma tarea.
Veamos ahora qué pasa con los resultados.
¿Quién, cómo y dónde se utilizan los resultados?
Dado que los resultados de la inteligencia competitiva se deben derivar toma de decisiones, es importante “dibujar” el proceso en la empresa.
Si la empresa es pequeña ya hemos visto que no hay problema, que una misma persona puede ser que haga todo, o a lo sumo un parte, tal y como se ve en los siguientes gráficos.
Por tanto en este tipo de organizaciones se puede decir que la centralización es muy importante y lo seguirá siendo. Podemos hablar de un modelo centralizado.
Pero ¿qué pasa en las grandes organizaciones?
Las decisiones son compartidas o tomadas por varias personas, por tanto, toda la información debe llegar a ellas, independientemente de que sean varias o una persona las que se dedican a recoger, procesar, analizar. Etc.
Esto requiere que la información acabe y se almacene en un lugar común.
En el siguiente gráfico se ve un ejemplo de una organización compleja. En la cual hay tres departamentos con sus correspondientes técnicos de IC. Los tres departamentos utilizan unos recursos de software comunes, aunque el tercer departamento utiliza también recursos específicos para ese departamento (supongamos que es el departamento de desarrollo de productos y vigila la publicación de patentes, para lo que utiliza un software específico).
Por otro lado hay recursos que todos utilizan como el repositorio común
La información de estos técnicos se deriva a los analistas que utilizan sus programas y metodologías de análisis y reportan sus resultados a la dirección que con sus recursos toman decisiones.
Como vemos, estaríamos hablando de un modelo de inteligencia competitiva descentralizado. Donde se comparten recursos entre los distintos departamentos o divisiones pero donde cada departamento mantiene su estructura para implementar su propia inteligencia competitiva.
¿Puede existir un modelo de inteligencia competitiva centralizado para la grades organizaciones?
La respuesta es afirmativa. Basta con la implantación de un departamento o unidad central de inteligencia competitiva en la organización. Y su esquema o modelo sería como el que muestro en la siguiente gráfica.
Por tanto existe un modelo centralizado aplicable a grandes organizaciones.
Es importante decir que tanto el modelo centralizado como el descentralizado pueden evolucionar el uno hacia el otro.
El modelo centralizado tiene la ventaja de poder aprovechar mejor los recursos mientras que en el descentralizado puede haber pérdidas de eficiencia en la localización de necesidades y adaptación al cambio.
En cualquier caso las soluciones tecnológicas no deben diferir entre unos modelos y otros, ya que ambos son abordables por software tipo plataformas de IC que tratan de abarcar todo el proceso como por aplicaciones individualizadas según la necesidad.